Ayer finalmente se consiguió la promulgación de ese proyecto, que había obtenido media sanción en la Cámara de Diputados de la Nación Argentina el mismo día que se logró aprobar la ley que establece la paridad de género en los medios de comunicación, que también contenía una cláusula acerca de la inclusión de personas travestis, transexuales y transgénero.
Esta nueva ley tiene como objetivo incluir en el mundo del trabajo a comunidades históricamente marginadas, que por la falta de acceso a empleos formales siempre fueron empujadas a condiciones de existencia precaria, que llevaron a que el promedio de expectativa de vida sea 35 años de edad.
La ley estipula que el Estado nacional deberá garantizar un mínimo del 1 por ciento de su planta laboral para personas travestis, transexuales y transgénero. Además, estará obligado a seguir una serie de pautas de "no discriminación" en el acceso a los puestos de trabajo y habrá incentivos económicos para contrataciones en el sector privado.
La ley lleva el nombre de dos dirigentas históricas de la comunidad travesti que fueron las creadoras e impulsoras de este proyecto: Lohana Berkins y Diana Sacayán. Es también gracias a estas referentes que en Argentina existe la Ley de Identidad de Género, aprobada en 2011 y pionera en el mundo.