La propia Organización Internacional del Trabajo ya ha elaborado una serie de estudios que reflejan el impacto de esta crisis en las trabajadoras de todo el mundo.

Es fundamental que aboguemos por medidas urgentes de apoyo a los profesionales de los medios de comunicación. Sin embargo, estas medidas deben estar supeditadas a ciertas condiciones previas, como el respeto del diálogo social y los derechos sindicales; la prohibición de los despidos si la empresa obtiene beneficios; la transparencia de las cuentas anuales; la prohibición de que las empresas que han recibido financiación realicen fusiones y adquisiciones o actividades de compra que puedan dar lugar a recortes de plantilla o reducciones salariales.

Mi intervención durante el debate para la redacción de la Plataforma Mundial para un Periodismo de Calidad tuvo que ver en particular con la condición previa de diversidad e igualdad en los medios de comunicación que reciban apoyo. Sugerí que se sustituyera el verbo "promover" por un verbo más fuerte: "exigir".

Las palabras marcan la diferencia y sugerir la igualdad de género en los medios de comunicación ya no es suficiente. Es hora de exigir y asegurar que las cosas cambien. El periodismo desempeña un papel importante en la transformación de las sociedades.

La prevalencia de las desigualdades salariales y las prácticas de contratación injustas en muchos sectores de la industria de los medios de comunicación en Europa nos obliga a hacerlo.

El creciente escándalo de la desigualdad salarial y la brecha salarial de género en Europa, particularmente en el Reino Unido, nos obliga a hacerlo.

Las palabras y los estudios no bastan para abordar la desigualdad de género en los medios de comunicación, también tenemos que hacer campaña para poner fin a la discriminación en la remuneración y las oportunidades para las mujeres periodistas, impulsar una mayor transparencia entre los medios de comunicación y hacer participar a nuestros sindicatos en los planes de acción contra la discriminación en el trabajo.