El programa espía Pegasus, creado y vendido por la empresa israelí NSO, se utiliza desde hace varios años para vigilar sistemáticamente a periodistas y activistas de la sociedad civil a través de sus teléfonos móviles. No menos de una docena de gobiernos del mundo han comprado este software para vigilar a más de 50.000 compañeros/as (como mínimo).
Este sistema es increíblemente poderoso: no hay que hacer clic en ningún enlace y el ataque es completamente invisible a la víctima. Una vez instalado, Pegasus proporciona acceso total al teléfono, incluida la mensajería encriptada, e incluso permite activar a distancia el micrófono y la cámara del dispositivo.
Las consecuencias son gravísimas para el periodismo: se pisotea la libertad de prensa, se burla la protección de las fuentes y los/as periodistas se encuentran en verdadero peligro y a merced de los gobiernos menos escrupulosos.
Este año continuaremos, a través de nuestro grupo mundial de expertos en vigilancia, nuestra estrecha colaboración con la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas para prohibir la comercialización de este tipo de programas informáticos, impedir estas prácticas de espionaje y apoyar el periodismo de investigación.
La cibervigilancia estará en la agenda de nuestro próximo congreso en Omán, donde esperamos ver a muchos de ustedes.
En nombre de toda la secretaría de la FIP, les deseo a todos un feliz año nuevo.
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- Editorial- La Voz de la FIP- Enero 2022