WPFD - Caso Marwan Dammaj

En otoño pasado, la lucha por la libertad en Yemen alcanzó un paroxismo sin parangón. La caída del país en la guerra civil impone a los medios privados y públicos un precio aún más elevado. Siete periodistas fueron matados desde el inicio del año. Como periodista y Secretario General del Sindicato Yemenita de Periodistas (YSJ), Marwan Dammaj es un símbolo de esta lucha por la libertad. Muy respectado por sus colegas y los militantes sindicales, y padres de dos hijos, Marwan Dammaj ha dedicado las últimas dos décadas de su vida al trabajo para los medios y a la promoción de los derechos de los periodistas en Yemen. Dammaj inicia su carrera en los medios en los años 1990. Trabaja para varios diarios locales, entre los cuales Ennas (El Pueblo), Al Ousbou’ (La Semana) que ayuda a crear y El Sura (El Parlamento), el órgano de la Unión yemenita de las fuerzas populares, hasta su saqueo en 2005. Ocupa entonces el cargo de jefe de redacción de El Thawri (El Revolucionario), el semanal del Partido Socialista Yemenita, donde trabaja hasta 2013 antes de aceptar el puesto clave de redactor jefe adjunto del diario estatal, El Thawra, el primer diario del país. Marwan tiene un pasado de hazañas destacadas en las campañas por la defensa de los derechos de los periodistas y la justicia social. Su carrera se desarrolla a la par de su compromiso con la defensa de la libertad de prensa. Miembro del Consejo de YJS desde 2004, asume varias responsabilidades, en especial la presidencia del Comité de Libertades y la tesorería antes de ser elegido Secretario General en 2009. Organiza una campaña contra la penalización, el encarcelamiento y la aplicación de la ley marcial a los periodistas regularmente perseguidos por el gobierno. Sería presuntuoso limitar una lucha diaria por la libertad a unos párrafos. Recordar sus grandes hitos es el mejor homenaje que se pueda rendir. Hubo el combate por la liberación de Abdulkarim El Khaiwani, antiguo redactor jefe del diario en línea Al-Shoura, quien recibió el premio especial de Amnesty International para los periodistas en peligro. Fue detenido en junio de 2008 y condenado a seis años de cárcel por haber conspirado con una organización terrorista. Tras una amplia campaña mundial en que Dammaj se involucró, Al Kahaiwani fue indultado por el Presidente Ali Abdullah Saleh en marzo de 2009. Lo mataron a tiros seis años más tarde, en marzo pasado, en Sanaa. En marzo de 2011, mientras que la revolución ha invadido las calles del país, el YJS, dirigido por Dammaj, se pone oficialmente del lado de los manifestantes reclamando una reforma política y la democracia. El movimiento popular consigue finalmente la renuncia del Presidente Saleh. En 2012, tras una campaña importante de YJS/FIP, el ministerio del Interior permite a Al-Jazeera reanudar sus actividades y promete emitir nuevas licencias de trabajo a sus empleados en Yemen. En julio de 2013, la convergencia de los esfuerzos internacionales y del sindicato nacional, orquestada por Dammaj, logra la liberación del periodista de investigación Abdul Elah Shaie, quien puede terminar los dos años restantes de su sentencia de cinco años de cárcel bajo arresto domiciliario. Había sido condenado en 2010 por haber revelado la muerte de civiles por un misil norteamericano. A los pocos meses, en su calidad de delegado del YJS en el Congreso de la FIP en Dublín, Dammaj relataba la lucha de los trabajadores de los medios y los peligros que enfrentan. En su resistencia sin complacencia, Dammaj continúa lo que ha venido realizando desde que se graduó en la Escuela de Periodismo de Sanaa: informar diciendo la verdad, condenar los asaltos a los periodistas y salvaguardar la integridad e independencia del Sindicato Yemenita de Periodistas.