Guatemala: cinco periodistas asesinados en 2016

La Federación Internacional de Periodistas (FIP) expresa su preocupación por el panorama sombrío en el cual los periodista guatemaltecos ejercen su profesión tras del asesinato de un quinto periodista en 2016.

Felipe David Munguía Jiménez, camarógrafo de 35 años de Canal 21, murió el 4 de septiembre en el municipio de Santa María Xalapán (departamento de Jalapa), a escasos metros de una asamblea comunitaria en la que había participado. Se trata del quinto periodista asesinado en lo que va del año en el país centroamericano.

Munguía Jiménez había recibido amenazas de muerte el día anterior. Las hipótesis del crimen se vinculan tanto a su rol de activista social como a su trabajo periodístico. Horas después de hallarse el cuerpo, que presentaba heridas de arma de fuego, la policía local detuvo al presunto asesino: Raúl Antonio Jiménez Cruz, que recientemente había concluido una pena de 10 años de prisión a raíz de un asesinato previo.

Organizaciones ligadas a la defensa de los derechos humanos y a la seguridad de los comunicadores han reclamado a las autoridades que implementen del Programa de Protección a Periodistas, mecanismo que aparece como una urgencia frente al escenario que presenta 2016 para el periodismo en Guatemala.

Los otros cuatro periodistas asesinados este año son:

Mario Roberto Salazar Barahona, de 32 años, periodista y director de la radio Estéreo Azúcar, fue asesinado el 17 de marzo por sicarios en Asunción Mita, departamento de Jutiapa, en el sur del país.

Diego Salomón Esteban Gaspar, de 22 años, trabajador de la radio Sembrador, de Playa Grande (Ixcán), fue asesinado a balazos el 30 de abril cuando transitaba en motocicleta. El joven maya estaba abocado a la comunicación comunitaria, la radio y la locución. El medio en el que trabajaba recibía amenazas desde 2015.

Víctor Hugo Valdés Cardona, médico y conductor de televisión de 65 años, director del programa cultural Chiquimula de Visión durante casi tres décadas, fue asesinado el 7 de junio por sicarios cuando realizaba su rutina diaria de ejercicios en las cercanías de su domicilio.

Álvaro Alfredo Aceituno López, de 64 años, director de la emisora local Radio Ilusión,- donde se informaba sobre diversas problemáticas locales -, fue asesinado el 25 de junio en la misma calle de la radio de Coatepeque, una pequeña ciudad del sureste de Guatemala.

Las autoridades no han podido establecer con certeza los móviles (profesionales o no) de ninguno de estos casos, lo que se dificulta aún más en el clima de violencia generalizada que se vive en el país. Cada año mueren asesinados más comunicadores en Guatemala en un marco de cientos de amenazas y agresiones contra la profesión por parte de sicarios o bandas criminales al servicio de poderes locales, tales como caudillos políticos, grandes latifundistas, traficantes de personas y de drogas.

La FIP, organización que representa a 600.000 periodistas en todo el mundo, llama a las autoridades políticas y judiciales de Guatemala a actuar con celeridad en la aclaración de los asesinatos que se han perpetrado contra los trabajadores de prensa en el país centroamericano durante los últimos años, ya que la impunidad sólo favorece un clima de temor y autocensura en el periodismo.

Asimismo, la FIP solicita reforzar las instancias de prevención, protección e investigación tales como la Fiscalía de Delitos Contra Periodistas y el aún trunco Programa Nacional de Protección a Periodistas - en debate desde 2013 - para hacer frente a la ola de violencia que por medio de amenazas, agresiones y muertes asedia a la libertad prensa y priva a la sociedad de su derecho a estar informada, elementos cruciales para la construcción de ciudadanía en un país democrático.

 

 

Para más información, contactar con la FIP en el tlf. + 32 2 235 22 16

La FIP representa a más de 600.000 periodistas en 140 países

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