La guerra ha provocado una intensificación de la represión contra los medios de comunicación rusos, el aumento de la propaganda y la desinformación y el cierre de medios de comunicación rusos independientes. Cientos de periodistas han abandonado el país y se han trasladado a los países bálticos, a otros países de Europa Central y Oriental, a Alemania y al Cáucaso Sur. 

Cuatro grandes medios de comunicación rusos trabajan ahora en el exilio: TV Dozhd, Echo (radio), Meduza.io y Novaya Gazeta-Europа, así como más de una veintena de medios independientes, incluidos medios de investigación y regionales. La mayoría de estos medios son inaccesibles en Rusia.

Además, Meduza, The Insider, Vazhnie istorii y Projekt han sido calificados como "organizaciones indeseables" y cualquier cita o enlace a sus páginas web puede conllevar acciones penales.

Las Federaciones Internacional y Europea de Periodistas (FIP-FEP) han apoyado activamente a los y las periodistas en el exilio.

Las federaciones se mantienen en contacto regular con su afiliado, el Sindicato de Periodistas y Trabajadores de los Medios de Comunicación (JMWU), organización independiente representativa de los y las periodistas y trabajadores/as de los medios de comunicación rusos.

El 14 de septiembre de 2022, el tribunal de Moscú disolvió el JMWU. El sindicato intenta ahora registrarse en Francia con el apoyo del sindicato francés SNJ-CGT para reanudar sus actividades, pero se enfrenta a retrasos por cuestiones técnicas.

La ley rusa de censura, aprobada tras la invasión de Ucrania, tipifica como delito la "información falsa" sobre las fuerzas armadas del país. Asimismo, han entrado en vigor nuevas disposiciones, aún más restrictivas, para controlar la información de los y las periodistas.

En Rusia, los y las periodistas independientes se enfrentan a diario a la censura. Hay quienes han decidido evitar cubrir determinados temas. Otros/as han renunciado a su profesión. "Un conocido periodista dejó su trabajo para evitar cubrir la guerra desde Rusia. Ahora trabaja como repartidor", explica Andrei Jvirblis, secretario internacional del JMWU.

La FIP ha brindado apoyo a una docena de periodistas a través de su Fondo de Seguridad regular, proporcionando ayuda de subsistencia y viaje a periodistas que se encontraban bloqueados en Estambul o Tiflis y en países vecinos de Rusia. "Todas las solicitudes que hemos recibido provienen de periodistas que trabajaban para medios independientes y que ya no pueden ejercer su profesión en Rusia debido a la nueva ley sobre "información falsa ", ha declarado Ernest Sagaga, responsable del Departamento de Seguridad de la FIP. 

Aparte de la subsistencia y la ayuda para viajar, "una de las necesidades más apremiantes de los y las colegas en el exilio es obtener el carné internacional de prensa de la FIP", afirma Andrei Jvirblis. 

"También solicitan visados, pero los requisitos para obtenerlos cambian constantemente. La solidaridad es muy importante. Muchos de nuestros/as colegas se encontraron de repente en una situación muy difícil y precaria cuando, tras el estallido de las hostilidades en Ucrania, se vieron obligados/as a abandonar precipitadamente el país. El apoyo del Fondo de Seguridad de la FIP fue de gran ayuda en esta situación.”. 

Las federaciones y sus afiliados han contactado a los consulados para que aceleren los trámites de visado en Estonia, Luxemburgo y Francia.

¿Cómo podemos ayudar a los y las periodistas rusos/as independientes en el exilio? “Aunque nuestro Fondo de Solidaridad con Ucrania no está destinado a apoyar a estos periodistas, nuestro Fondo de Seguridad regular sigue apoyando a los y las periodistas que lo necesitan. Asimismo, tendremos muy en cuenta futuras peticiones de ayuda de los y las periodistas rusos en peligro", ha explicado el Secretario General de la FIP, Anthony Bellanger.

La FIP y la FEP respaldan una iniciativa del Consejo de Europa para crear una red de autoayuda de medios de comunicación y periodistas rusos/as exiliados en Europa. 

Haz un donativo al Fondo de Seguridad de la FIP para apoyar a los y las periodistas rusos/as en el exilio.