La publicación del mayor periódico de la oposición en Hungría, Néoszabadság (La Libertad de las Personas), ha sido suspendida. La empresa propietaria del periódico Mediaworks anunció inesperadamente el sábado que suspendería tanto la edición impresa como la digital. Las Federaciones Internacional y Europea de Periodistas (FIP y FEP) están consternadas por este duro golpe al pluralismo informativo en Hungría.
El 8 de octubre, alrededor de 2.000 húngaros protestaron en Budapest tras el cierre del principal periódico de izquierda en el país. Mediaworks, propiedad de la empresa austríaca Vienna Capital Partners, declaró que la publicación operaba con pérdidas “considerables” y que luchaba contra el descenso de la tirada. Pero grupos de derechos civiles han asegurado que el diario ha sido cerrado porque publicaba historias críticas con el gobierno derechista del primer ministro Viktor Orban.
Szilard Nemeth, vicepresidente del partido en el poder Fidesz, manifestó al canal húngaro Hir TV que “el cierre repentino de este periódico era cuestión de tiempo”.
El editor jefe de Néoszabadság ha explicado a los medios que a los periodistas que estaban preparando historias para la edición del 10 de octubre se les prohibió ir a trabajar y se les dieron cartas de suspensión. “¡Estamos consternados! Por supuesto que ellos intentarán maquillar esto como una decisión empresarial pero no es verdad. Esto supone un duro golpe al periodismo de investigación y a la libertad de prensa. Népszabadság comprendía el mayor grupo de periodistas de calidad en Hungría e intentaba defender las libertades básicas, la democracia, la libertad de expresión y la tolerancia”.
Otros editores que trabajaban en Népszabadság han expresado en las redes sociales: “El país sabía de (la suspensión) antes que nosotros… Nuestro primera impresión fue que había sido un golpe de estado”.
“Parece claro que el gobierno y el partido del poder no quieren dar la oportunidad a la oposición de expresar sus propios puntos de vista en unos medios independientes”, ha declarado László Lengyel, co-presidente ejecutivo de la Unión de Prensa Húngara (HPU, por sus siglas en inglés), el afiliado de la FIP-FEP en Hungría. “El cierre de este periódico representa una violación de la libertad de prensa y una violación de los derechos de los trabajadores”.
La FIP y la FEP han respaldado a su afiliado y condenan la suspensión.
“La censura económica es tan escandalosa como la cesura política”, ha declarado el presidente de la FIP, Philippe Leruth, en las redes sociales. “El gobierno de Viktor Orban es una vergüenza para la democracia”.
“Creemos que Népszabadság ha pagado por escribir la verdad,” ha añadido el presidente de la FEP, Mogens Blicher Bjerregård. “Juntos con el HPU, respaldaremos los esfuerzos de los trabajadores para hacer reaparecer la publicación tan pronto como sea posible y para preservar la independencia de la redacción. Pedimos a la dirección que empiece inmediatamente el proceso de negociación con los representantes del HPU y los miembros del consejo de trabajo”.
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