Este éxito es el resultado de un acuerdo clave alcanzado por SINOS en noviembre con el apoyo de la FIP. Alrededor de 135 profesionales de los medios de comunicación llevaban años, décadas en algunos casos, trabajando para RTV con contratos de corta duración, ocasionales y precarios. Tras darse cuenta de que estaban sometidos a condiciones laborales precarias similares, decidieron unir sus fuerzas para reivindicar sus derechos laborales. La unión hace la fuerza. 

Este triunfo ilustra cómo la acción colectiva refuerza nuestra capacidad para defender salarios justos, mejores condiciones de trabajo, igualdad de trato y normas éticas en nuestro sector. A través de la solidaridad, podemos amplificar nuestras voces y exigir responsabilidades a los empleadores, los gobiernos y otros que tratan de socavar la integridad periodística.

Actuar y movilizarnos juntos, como hicimos el 26 de febrero para apoyar a lxs periodistas en Gaza, fomenta una cultura de apoyo y colaboración entre periodistas, más allá de las fronteras geográficas e ideológicas. Al compartir nuestros recursos, conocimientos y experiencias, podemos equipar mejor a nuestros miembros para responder a las continuas amenazas que enfrenta nuestra profesión, estemos donde estemos.

En un momento en que la desinformación prolifera sin control, la solidaridad entre los sindicatos de periodistas sigue siendo un bastión contra la manipulación y una garantía de la credibilidad de la información basada en hechos.