A un año del asesinato de Pablo Medina y Antonia Almada, responsables siguen sin juicio y castigo

La Federación Internacional de Periodistas (FIP), en apoyo al Sindicato de Periodistas del Paraguay (SPP), exige la inmediata toma de medidas para terminar con la impunidad de la que gozan los autores materiales del crimen y las gestiones necesarias para concretar la extradición del presunto autor intelectual del crimen y ex intendente Vilmar “Neneco” Acosta. 

El viernes 16 de octubre de 2015 se cumple el primer aniversario de la muerte del periodista Pablo Medina y su compañera de labor Antonia Almada, asesinados en el departamento de Canindeyú, por presunta orden del exintendente de YpehúVilmar “Neneco” Acosta, actualmente preso en Brasil y sujeto a un proceso de extradición. Pablo Medina, corresponsal de ABC Color, se encontraba realizando investigaciones sobre bandas dedicas al tráfico de marihuana en la zona y la vinculación de sus líderes con la clase política local.

Tal como indicara el SPP en un informe, “Con frecuencia los crímenes en contra de periodistas asesinados ocurren en regiones del Paraguay, especialmente el Noreste, que reciben la influencia de las actividades ilícitas del tráfico de drogas asociadas a países vecinos como Brasil y Argentina. Esta situación es manifiesta en los departamentos de San Pedro, Concepción, Amambay e Itapúa. En estos departamentos el narcotráfico ha permeado a la clase política local y a la Policía”

Durante el gobierno del actual presidente de Paraguay, Horacio Cartes, fueron asesinados cinco comunicadores. Todos estos crímenes permanecen en la impunidad.

La FIP demanda al estado paraguayo revertir la situación de impunidad reinante en los crímenes contra comunicadores en el país, identificando a la totalidad de los implicados del crimen y llevándolos a la justicia.

 

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