JMLP- Gao Yu

Gao Yu es una veterana periodista china de 70 años cuya independencia y opiniones sinceras están muy apreciadas. En 2014, la acusan de “revelar un secreto de Estado” y la condenan a 7 años de encarcelamiento. Es su tercera reclusión.   En 1979, Gao empieza su carrera de periodista en un medio estatal, China News Service. Pese a gozar de un acceso privilegiado a las elites gubernamentales y una buena remuneración, no le satisface su trabajo. Lo deja en 1988 para ocupar el cargo de redactora jefe adjunta del semanal más liberal Economics Weekly.   Antes de la masacre de la Plaza de Tiananmen en 1989, Gao firmó un artículo Programa político de agitación y rebelión en que entrevista a dos reformistas, Yan Jiaqi y Wen Yuankai. El 3 de junio, en víspera de la masacre, la detiene la policía de Pekín por haber promovido “la liberalización burguesa”. Se ordena el cierre de la publicación y el alcalde de Pekín, Chen Xitong, la trata de enemiga del pueblo. La encarcelan por doce meses. La liberan en 1990 por motivos médicos.   Esta detención no fue disuasiva. En 1993, la detienen nuevamente por “haber filtrado secretos de Estado” a medios de Hong Kong, más precisamente un discurso del antiguo Presidente, Jiang Zemin. Aun cuando haya negado los hechos, la condenaron a seis años de prisión. La liberan a inicios de 1999 por motivos de salud.   Sigue escribiendo para medios de Hong Kong e internacionales, y acepta entrevistas de medios extranjeros. Cuando Xi Jinping ocupó la presidencia china, Gao fue arrestada “por revelar secretos de Estados”. En noviembre de 2014, su juicio a puertas cerradas duró más de cuatro horas. No se divulgó ninguna información precisa sobre el “secreto de Estado” pero los medios sospechan que podría ser un secreto del Partido Comunista Chino, llamado Documento Número 9 publicado después del acceso del Jinping a la presidencia. El documento alertaba de “siete peligros”, entre ellos, la libertad de prensa. Durante su juicio, Gao negó las acusaciones y declaró que hizo estas declaraciones por miedo a que le ocurriera algo a su hijo después de las amenazas que había recibido si no reconociera su culpabilidad. Se aplazó dos veces el fallo que se dictó el 17 de abril.     Su trabajo ininterrumpido por la libertad de prensa fue reconocido por el mundo entero. Recibió en 1995 el Premio de la Pluma de Oro de la Libertad y fue distinguida con el Courage Award para mujeres periodistas, de la International Women's Media Foundation. En 1997, es galardonada por Reporteros Sin Fronteras y en 1999, se convierte en la primera periodista en recibir el Premio Mundial de la Libertad de Prensa Guillermo Cano concedido por la Unesco. En 2000, consta entre los 50 héroes de la libertad de prensa del siglo 20 seleccionados por el International Press Institute.