¿Quién ordenó el asesinato de la periodista rusa Anna Politkovskaya, el periodista saudí Jamal Kashoggi en Turquía, el periodista paquistaní Arshad Sharif en Kenia, el periodista mexicano Javier Valdez, el periodista congolés Martínez Zogo y todos los demás periodistas cuyos asesinatos siguen impunes?

Desde la adopción del Plan de Acción de la ONU sobre la seguridad de los periodistas y la cuestión de la impunidad en 2012, cuyo objetivo era crear “un entorno libre y seguro para periodistas y trabajadores de los medios”, no se ha hecho suficiente para llevar a los asesinos de periodistas ante la justicia, investigar de forma independiente los ataques contra los y las trabajadores/as de los medios de comunicación y proporcionar a los y las periodistas los entornos seguros necesarios para desempeñar sus funciones.

Desde el comienzo de la guerra entre Israel y Hamás el 7 de octubre, al menos 30 periodistas y trabajadores/as de los medios han sido asesinados. Esta cifra de muertos plantea dudas sobre si los periodistas en Gaza están siendo atacados deliberadamente. "Usar equipo de seguridad profesional no es suficiente para sobrevivir cuando los y las periodistas y, a veces, sus familias parecen haberse convertido en objetivos de una guerra", señala la FIP.

La Federación también está profundamente preocupada por el clima de impunidad en países como Camerún, India, Kosovo y México, donde los ataques contra profesionales de los medios y/o la falta de reacción de las autoridades transmiten el mensaje de que los asesinos y acosadores de periodistas pueden salirse con la suya. 

Según cifras de la ONU, sólo uno de cada diez asesinatos de periodistas se investiga adecuadamente. Detrás de cada número hay una tragedia humana: una muerte, un secuestro, una familia que se queda sin madre, padre, hermano o hermana.

Este año, la FIP exige que se investiguen de forma independiente todos los asesinatos, ataques o intimidaciones de periodistas, así como reclama la adopción de un instrumento vinculante que obligue a los gobiernos del mundo a actuar.

El presidenta de la FIP, Dominique Pradalié, ha dicho: “Los periodistas son víctimas de los enemigos de la libertad de prensa, con ataques dirigidos contra ellos, como si fueran animales salvajes. ¿Quién va a investigar, quién va a llevar a los culpables ante la justicia? Es la hora de poner fin a esta masacre, que no sólo afecta a las zonas de guerra sino también a las redacciones de México, India, Perú y Serbia, entre otros Las Naciones Unidas deben adoptar una convención para la protección activa de los periodistas”.

La FIP insta a la ONU y a los gobiernos del mundo a apoyar su propuesta de una Convención vinculante sobre la seguridad e independencia de los periodistas y otros profesionales de los medios.