Como ya se ha alertado, las últimas elecciones presidenciales de Perú y su consiguiente segunda vuelta han llevado al país a altos niveles de tensión, que han tenido como principales afectadxs a lxs trabajadorxs de prensa. A las presiones a las que numerosxs periodistas han sido sometidxs en sus lugares de trabajo para que adoptaran forzosamente la línea editorial de las empresas de medios que decidían apoyar a la candidata Keiko Fujimori, se le suman las campañas de hostilidad explícita.
En las últimas horas ha surgido una convocatoria en Madrid para exigirle al diario ABC el despido de su corresponsal en Lima, Paola Ugaz. Según aseguran desde la ANP, esta campaña de desprestigio fue instigada por el abogado y periodista Aldo Mariátegui, quien llamó a movilizarse contra la periodista y difundió los correos electrónicos de sus empleadores para que el público los contactara para pedir la finalización de su relación laboral.
El hostigamiento también fue dirigido contra la periodista Jacqueline Fowks, corresponsal del diario El País, quien recibió amenazas y agresiones por redes sociales, en las cuales también se difundió su fotografía con un mensaje intimidante que instaba a “decirle lo que opinas de lo que escribe” en caso de verla circular por la vía pública.
Estas agresiones por la labor periodística de Ugaz y Fowks tienen un origen en común: grupos de seguidorxs de la candidata del Frente Popular que sostienen la teoría del supuesto fraude electoral y consideran “cómplices” a lxs trabajadorxs de prensa que no informan en ese sentido. Estas actitudes no han sido desalentadas desde la conducción del fujimorismo, y esa omisión no hace otra cosa que colaborar para que continúen.
Desde la Federación Internacional de Periodistas repudiamos el hostigamiento del que están siendo víctimas estas colegas y tantxs otrxs en Perú, y exigimos que el Estado y lxs principales referentxs políticos actúen para garantizar la integridad y la seguridad de lxs trabajadorxs de prensa, condiciones indispensables para el ejercicio irrestricto de la libertad de expresión.