Brasil: crece el clima de hostilidad contra periodistas

Durante el 2020, en medio de la pandemia, lxs periodistas de Brasil sufrieron 428 agresiones y ataques, según un registro realizado por la Federaçao Nacional dos Jornalistas (FENAJ). Un gremio que en gran parte del mundo fue considerado esencial, estuvo sometido a la violencia que implican las condiciones de trabajo a las que fueron obligadxs lxs trabajadorxs de prensa que debieron enfrentar la pandemia sin herramientas adecuadas. El saldo de comunicadorxs muertos por COVID-19 durante 2020 y lo que va de 2021 ya supera los 270. La Federación Internacional de Periodistas sigue con preocupación y en estado de alerta el crecimiento de la hostilidad contra periodistas en Brasil.

Miguel SCHINCARIOL / AFP

Hace pocos días se informaban las amenazas sufridas por tres periodistas en distintos Estados de Brasil, quienes mediante atentados fueron amedrentados por realizar su trabajo como comunicadorxs. A estos casos ahora se les suman las denuncias realizadas por el reportero gráfico Edmar Barros y el periodista Alexandre Aprá. Barros recibió un mensaje por Facebook en el que lo amenazan por un estudio fotográfico que realizó sobre incendios en el Estado de Amazonas. En el caso de Aprá, el periodista se presentó ante la justicia para acusar al gobernador de Mato Grosso, Mauro Mendes y a su esposa por estar detrás de los mensajes coercitivos que recibió luego de la publicación de un informe sobre los gastos en publicidad del funcionario.

Además de amenazas, lxs trabajadorxs de prensa del país sudamericano están sufriendo ataques en las coberturas de calle que realizan. Son numerosas las denuncias de hostigamiento en movilizaciones de apoyo al presidente Jair Bolsonaro, quien es también personalmente responsable de varias agresiones a periodistas y cronistas que le han hecho preguntas que no eran del agrado del mandatario. Uno de los últimos casos fue la violenta respuesta que recibió la comunicadora Laurene Santos luego de preguntarle a Bolsonaro por qué no llevaba puesto el tapabocas en un acto oficial en el que se estaba dirigiendo a un gran número de periodistas.

Hace pocos días también, partidarios del presidente Bolsonaro agredieron a los reporteros Luiz Henrique Almeida y Lázaro dos Santos Wanderley Filho, del medio Band Amazonas, a quienes les propinaron gritos, les arrojaron latas de cerveza, y los intimidaron avanzando contra ellos. En una movilización anterior en el Estado de Paraíba, las periodistas Iracema Almeida del Jornal A União y Sandra Macêdo de Radio 98 FM sufrieron ataques similares.  Estos ataques no pueden ser entendidos por fuera de un contexto, en el cual el mandatario alienta y habilita estos comportamientos incurriendo él mismo en actitudes similares contra la prensa. La violencia con la que la máxima autoridad se dirige hacia lxs trabajadorxs de prensa, especialmente contra las mujeres periodistas, es un cheque en blanco para sus simpatizantes en las calles.

Durante el 2020, FENAJ registró un aumento del 105% respecto del año anterior en la cantidad de ataques recibidos por periodistas en todo Brasil. Este aumento se dio en el marco de la pandemia, por la cual también perdieron la vida 278 trabajadorxs de prensa por las condiciones de precariedad sanitaria con las que tuvieron que llevar adelante su labor. La violencia directa e indirecta contra este sector está en crecimiento y desde la Federación Internacional de Periodistas seguimos con preocupación la situación y exigimos que se tomen medidas para preoteger la integridad física y la seguridad laboral de lxs miles de colegas brasileñxs. La precariedad de las condiciones de trabajo, las amenazas y las agresiones constituyen ataques directos contra la libertad de expresión, que es uno de los pilares sobre los que se deben construir las sociedades democráticas.

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