Un periodista fue asesinado de un disparo en la cabeza cuando se encontraba transmitiendo una protesta en la costa caribeña del país. El hecho ocurrió el pasado 21 de abril en un marco de varios días de manifestaciones violentas contra una serie de reformas anunciadas por el gobierno de Daniel Ortega. La Federación Internacional de Periodistas (FIP), que representa a 600.000 comunicadores y comunicadoras en el mundo, condena este brutal asesinato e insta a las autoridades nicaragüenses a iniciar una investigación que permita dar con los responsables.
Se trata del periodista Ángel Eduardo Gahona, colaborador y corresponsal del Canal 6 de Nicaragua, que realizaba una cobertura en vivo por Facebook de una manifestación en la Ciudad de Bluefields cuando lo interceptó un disparo en la cabeza. La muerte del comunicador se dió en un marco de violencia desatada en las calles de todo el país a partir de una reforma impulsada por el Instituto de Seguridad Social con el fin de aumentar los aportes de trabajadores y empleadores. También se informó la creación de un impuesto especial a las pensiones del 5%.
Este anuncio generó a partir del miércoles pasado un cúmulo de violencia donde se registró el uso de armas de fuego no convencionales, la alteración de la tranquilidad pública y el ataque armado contra distintos espacios públicos, incluyendo la movilización de efectivos policiales y militares. En este marco de extrema agresividad y vandalismo, atacaron con bombas molotov la emisora de la radio oficialista Radio Ya, e incendiaron la entrada principal de su edificio, en la capital del país.
Debido a este panorama, el gobierno del presidente Ortega tomó la decisión de dar marcha atrás con las medidas que desataron las protestas y que según los registros de diferentes organizaciones humanitarias locales dejaron alrededor de 10 muertos, un centenar de heridos y daños a comercios y otros inmuebles.
La FIP expresa sus condolencias a los familiares del periodista y repudia el ataque contra la emisora de Radio Ya. Tanto el asesinato de Ángel Gahona como el atentado contra el medio de comunicación oficialista son delitos violatorios de la libertad de expresión. El periodismo cuando se ejerce en un contexto de violencia generalizada genera temor y autocensura. Es así que la FIP llama a las autoridades nicaragüenses a ponerle fin a la ola de agresividad extrema que está azotando al país centroamericano y poniendo en riesgo su integridad democrática.
Para más información, contactar con la FIP en el tlf. + 32 2 235 22 16
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