El orgullo es una respuesta política

Hoy se cumplen 52 años de la revuelta de Stonewall, la primera gran reacción de la comunidad LGBTTIQ+ a las constantes agresiones policiales y sociales. Por este hecho, en todo el mundo se celebra el Día Internacional del Orgullo, una jornada de lucha y reivindicación que invita a reflexionar acerca de los avances en materia de derechos en el mundo del trabajo, pero principalmente sobre el camino que aún falta recorrer.

El derecho a trabajar en espacios libres de agresión y discriminación continúa siendo un desafío, muy especialmente para el colectivo LGBTTIQ+. El acoso, la disparidad laboral, y la discriminación por la orientación sexual o la identidad de género en los lugares de trabajo es una realidad que tiene ser confrontada desde los sindicatos, que deben generar herramientas para avanzar en la eliminación de todo tipo de violencia.

Es por eso que desde la Federación Internacional de Periodistas junto a la Agrupación de Sindicatos Mundiales se conformó un grupo de trabajo por los derechos LGBTTIQ+ y se adoptó una Carta de Solidaridad, que busca consolidar el trabajo con las organizaciones sindicales afiliadas para avanzar en mejores políticas y cambios en las estructuras.

La lucha contra las desigualdades sistemáticas basadas en género, orientación sexual, identidad de género y raza son un desafío para todo el movimiento de lxs trabajadorxs en el mundo. Las redacciones, los estudios de televisión y las salas de radio son espacios que tienen un rol fundamental a la hora de fomentar la inclusión y combatir los discursos de odio. Sin respeto a los derechos de lxs trabajadorxs de la comunidad LGBTTIQ+, no puede haber libertad de expresión. Sin medios de comunicación diversos no puede haber una comunicación inclusiva y respetuosa de los derechos humanos. 

En este Día Internacional del Orgullo, continuemos la lucha por sociedades más justas e igualitarias para todxs lxs trabajadorxs. Como dijo el dirigente histórico de la Comunidad Homosexual Argentina Carlos Jáuregui: “en una sociedad que educa para la vergüenza, el orgullo es una respuesta política”