Despidos Masivos en el Grupo COPESA en Chile

El despido de 35 trabajadores del área de Operaciones (Prensa y talleres) del GrupoCopesa profundizó la situación de inestabilidad laboral que afronta el personal de los distintos medios de comunicación y empresas relacionadas que forman parte del consorcio periodístico de propiedad del empresario Alvaro Saieh, y que en la suma global significa que 479 personas han sido desvinculadas del holding entre el 10 de septiembre de 2013 y el 1 de octubre de este año.

Y esto, sin considerar el centenar de trabajadores exonerados a raíz del fallido proyecto 3TV, con una millonaria pérdida económica para el grupo periodístico.

La pérdida de su fuente de sustento de los trabajadores pertenecientes al holding, bien puede ser señalada como “crónica de una muerte anunciada”, toda vez que los ajustes económicos apuntaban en esa dirección. Y ello, en medio de un escenario brutal, parte también del aquella suerte de realismo mágico que vive nuestro país, donde las situaciones y hechos más descabellados y atentatorios para la dignidad humana y en particular de los trabajadores, sucede como un hecho de plena normalidad y sujeto al silencio cómplice e indiferencia de la sociedad, medios informativos de las grandes cadenas y organismos de gobierno.

El GrupoCopesa desde hace ya largos meses ha venido ejecutando una profunda reestructuración del negocio y han sido los trabajadores quienes una vez más han tenido que pagar con sus puestos de trabajo, todo esto, como consecuencia de la crisis financiera del Grupo Saieh.

El curso de los acontecimientos ha marcado un derrotero que a su paso ha dejado trabajadores cesantes, reducciones de rentas, estrés laboral y otras crisis de salud producto de la incertidumbre permanente que se vive al interior del consorcio.

SITUACIÓN EN EL ÁREA DE DISTRIBUCIÓN

En el plano de los medios de apoyo logístico al negocio periodístico es donde han recrudecido los recortes de puestos de trabajo. Muestra de esto es lo que ocurre con los trabajadores de Meta, empresa de distribución en la desaparecieron totalmente los 106 trabajadores encargados de efectuarla, función que fue externalizada con la precariedad que ello significa. Pero también en esta misma empresa, los trabajadores y trabajadoras deben hacer esfuerzos casi heroicos para suplir a aquellos que han caído en el proceso de reestructuración administrativa.

SITUACIÓN EN EL ÁREA DE SERVICIOS

En el caso de Promoservice, empresa encargada de la venta de suscripciones vía call center, hace siete meses fue desvinculado de la empresa el 50% de la planta, equivalente a 52 trabajadores, en su mayoría jefas de hogar con familias monoparentales e hijos pequeños, lo que configura un daño que rebasa los límites éticos y pone, por supuesto, en tela de juicio la tan cacareada “responsabilidad social empresaria”. Esta acción fue denunciada públicamente, pero una vez más el implacable cerco comunicacional en que se encuentran los trabajadores de nuestro país, cumplió con su cometido y nada de lo denunciado tuvo la repercusión debida.

En la misma línea, y con similares efectos, ha impactado la debacle del imperio de Álvaro Saieh en los trabajadores ligados a las empresas periodísticas como son La Tercera, La Cuarta, La Hora, Pulso, Qué Pasa y otros medios de estructuras administrativas propias, han sido sometidos al mismo rasero que los demás trabajadores de hace un año a la fecha.

SITUACION DE LAS AREAS PERIODISTICAS

Tras la salida del ex gerente general Max Sichel Day, la nueva administración encabezada por el director ejecutivo Rodrigo Errázuriz inició una reestructuración en las empresas del grupo y también en los medios y áreas periodísticas del GrupoCopesa, cuyos cambios han incidido y afectado el clima laboral entre los trabajadores de ese sector de la empresa.

Estos cambios han devenido en una inseguridad creciente entre los colaboradores de la empresa, quienes cada semana ven en riesgo su fuente de trabajo.

Esta disminución de personal se ha traducido, en muchos casos, en una recarga de trabajo y de jornada para quienes se ven obligados a elaborar uno o varios productos -debido a la lamentable dualidad de funciones a cambio de un único pago-, situación que daña su calidad de vida como trabajadores y también la de sus familias.

Esta aspiración, y en muchos casos realidad instaurada por la empresa, de utilizar paralelamente a su personal para la elaboración de sus productos editoriales para varios medios o soportes, provoca en los profesionales un desgaste y una pérdida de sentido de pertenencia hacia los medios para los cuales cumplen funciones.

Resulta obvio que si la empresa busca seguir produciendo lo mismo que antes, pero con una dotación menor, el resultado puede ser lamentable y traducirse en que aumente el número de profesionales con licencias con estrés o con problemas de salud provocados por la inseguridad y la inestabilidad laboral.

Todo tiene su límite, y así lo ha demostrado la creciente tendencia del último año, que se tradujo en que ante la mayor cantidad de trabajo a cambio del mismo sueldo, o de la situación de inestabilidad de la empresa y del grupo en general, fueron decenas los profesionales que optaron por renunciar y buscar nuevos horizontes laborales lejos de GrupoCopesa.

Sin embargo, hay cientos de trabajadores que ya sea por sus responsabilidades familiares o porque les gusta su trabajo, siguen en la empresa, añoran tiempos pasados y de mejor porvenir, al mismo tiempo ven con pesar el crecimiento de la precariedad laboral en sus labores y las de sus compañeros.

En medios periodísticos como La Tercera, La Cuarta, La Hora, Pulso y Paula, así como en las áreas administrativas y de ventas, estas prácticas se han vuelto habituales. Si consideramos que renunció sólo el 20% de las 479 personas que dejaron el GrupoCopesa en el último tiempo, nos encontramos con que son cerca de 90 los trabajadores que optaron por otro destino y que, en muchas casos no han sido reemplazados. Caso aparte son los profesionales contratados a part time o que prestaban servicios con boleta de honorarios, que tenían sueldos muy precarios y que fueron despedidos de un día para otro; incluso, no olvidamos cuando la empresa esperó el día exacto en que a una trabajadora se le terminaba el fuero maternal, para despedirla sin razón alguna.

Ejemplos de esto se repiten en secciones de La Tercera como Diseño-Infografía, Deportes, Crónica, Negocios o Política, donde la empresa sigue sin llenar vacantes y, al parecer, se encuentra lejos de hacerlo. Estos puestos vacíos, las políticas de reducción de costos que han llegado incluso a cerrar el acceso principal a la redacción de La Tercera y otros medios para ahorrar en seguridad, así como la falta de respuestas de la empresa ante los rumores de reestructuración y despidos en algunas áreas del grupo, dan cuenta de un clima desolador en los medios periodísticos de Copesa.  

SITUACIÓN EN EL ÁREA DE VENTAS Y PUBLICIDAD

El Sindicato de Trabajadores de Ventas y Publicidad de Copesa ha sufrido una merma sostenida y permanente de sus rentas, producto de una determinación unilateral de la compañía. Esta acción ha sido efectuada mediante la cooptación, la amenaza y el matonaje llevado a cabo por el tristemente célebre ex gerente comercial de la compañía, Claudio Vildósola, oscuro personaje de vida disipada hasta el desenfreno, que no trepidó en extorsionar a los trabajadores y trabajadoras de dicha área para que firmaran anexos de contrato que lesionaban las condiciones laborales que hasta aquel momento habían sido pactadas, so pena de despido. Frente a este escenario, no es aventurado pensar, que la compañía y los altos ejecutivos de la época estuvieran al tanto de dichos atropellos y más todavía, contaran con su plena aprobación configurando con esto, una política de empresa impulsada desde su directorio. Esta sospecha cobra fuerza y se hace evidente cuando posteriores administraciones del GrupoCopesa han resistido el cambio de condiciones contractuales para los vendedores, convirtiendo dicha situación laboral, forzada por aquel ejecutivo, en una condición permanente y consolidando de paso la idea, de que esta medida efectivamente fue una política de empresa y, por tanto, sujeta al mandato de los directores del consorcio.

Los trabajadores de esta área, más allá de ver disminuidas sus rentas, se enfrentan a una situación contractual perversa, toda vez, que sus remuneraciones, a partir de aquel cambio son objeto de regulación arbitraria por la vía de las metas impuestas, las cuales son de exclusiva y única facultad de la gerencia del sector.

SITUACIÓN DEL ÁREA DE OPERACIONES

En el día de ayer, 35 trabajadores fueron despedidos, dentro del marco de la reestructuración del sector, producto de la crisis económica, sumado a la situación vulnerable de los capitales que sustentan a la compañía. Son estos los argumentos que se esgrimen para justificar el que este grupo de trabajadores quede sin su sustento diario, con el consiguiente drama familiar que tan duro trance provoca.

Hidalgamente, hay que reconocer que a este sector de trabajadores Copesa le entregó propuestas alternativas, consistentes en modificación horaria y de turnos mediante los cuales se reduciría el número de personas afectadas. Frente a esta situación los dirigentes sindicales del sector, hicieron todos los esfuerzos tendientes a acotar el número de trabajadores afectados, mediante febriles negociaciones que posibilitaran la mejora de la propuesta empresarial, cuestión que se logró en gran medida. Pero primó, frente a un escenario que ya se avizoraba adverso, el individualismo de algunos trabajadores, así como la indolencia de algunos dirigentes, lo que sumado a la desconfianza de los trabajadores hacia la empresa, generó la mezcla que demás está decirlo, dio por el suelo con las iniciativas tendientes a minimizar los daños.

Las Federación de Trabajadores de las Comunicaciones, la Gráfica y Servicios Conexos, FETRACOSE, que integra a las organizaciones sindicales de cada una de las diferentes empresas que han sido azotadas por el flagelo de la cesantía y la conculcación de sus derechos, solidariza con los trabajadores despedidos del GrupoCopesa, los que han sido víctimas una vez más de la falta de regulación en el ámbito laboral y denuncia las brutales asimetrías que existen en Chile, en la relación trabajador-empresa.

Llamamos e instamos al directorio del GrupoCopesa a poner término a las desvinculaciones de nuestros compañeros de trabajo, lo que ha significado la nula valoración de un capital humano que con esfuerzo y profesionalismo ha aportado a la generación de riqueza para la empresa. Será una manera de acabar con el clima de incertidumbre sobre su futuro laboral que reina actualmente entre los trabajadores de la compañía.

En paralelo, como representantes sindicales, seguiremos con nuestra permanente misión que permita materializar y consolidar las históricas demandas de los trabajadores, en torno a igualdad de oportunidades, adecuado marco legal y dignidad en el trato, que la dictadura nos quitó y que estos últimos 24 años de democracia nos han negado.

Federación de Trabajadores de las Comunicaciones, la Gráfica y Servicios Conexos, FETRACOSE.

Para más información: www.fetracose.cl