En una decisión histórica para la vida e integridad de lxs periodistas colombianxs, el Tribunal Administrativo del Departamento de Cundinamarca encontró culpables a entidades estatales de ese país de torturar psicológicamente a la periodista Claudia Julieta Duque por el hecho de ejercer su profesión y derecho a libertad de expresión.

La Justicia ordenó indemnizar a la periodista, que durante casi una década fue hostigada junto a su familia por agentes oficiales y no oficiales al servicio del ya diluido Departamento Administrativo de Seguridad (DAS). La razón de la hostilidad para con Duque, que debió exiliarse del país tres veces desde 2001, fue su investigación sobre el asesinato del humorista Jaime Garzón, reconocido por su activismo y su participación en favor de la paz en el país sudamericano.

La persecusión contra Duque fue tan intensa y abarcó tantos métodos diferentes de intimidación que en 2017 la Fiscalía 189 de la Dirección Especializada contra las Violaciones a los Derechos Humanos, quien llevaba el caso, afirmó que los hechos cumplían las características de un delito de lesa humanidad y por tanto, decretó  imprescriptible la acción penal del caso.

Ante esta reivindicación de la Justicia en favor de la comunicadora, el Secretario General de la Federación Internacional de Periodistas, Anthony Bellanger, afirmó: “Se trata de un paso adelante para el ejercicio del periodismo en Colombia y esperamos que esta clase de práctica, ya sea de manera estatal o paraestatal, sea cada vez menos frecuente en la vida democrática de todos los países”.

En este portal hemos dado cuenta del trabajo periodístico que Duque llevó adelante y de las consecuencias que su trabajo periodístico le deparó a ella y sus familiares.