A raíz de la decisión del gobierno de Jair Bolsonaro de ocultar las cifras de personas contagiadas y fallecidas por COVID-19 en Brasil, la Federación Internacional de Periodistas (FIP) condena esta actitud por ser nociva para la salud general de la población brasileña y perjudicial para lxs periodistas, que necesitan y deben contar con esos datos para trazar un panorama real de una situación tan grave como la que vive el país sudamericano, principal foco de la enfermedad en América Latina.
Desde FIP refrendamos la postura de nuestra organización afiliada en Brasil, la Federaçao Nacional dos Jornalistas, entidad que alertó sobre “el peligro de la desinformación, que puede acarrear la toma de decisiones equivocadas, con el consecuente aumento de infectados y muertos”.
Entre algunas de las medidas ordenadas por el Poder Ejecutivo brasileño, se cuentan la decisión de publicar las cifras diarias después de las 22, horario en el que finalizan los principales noticieros televisivos del país; sacar del sitio del Ministerio de Salud las estadísticas generales de la enfermedad para dejar únicamente los números diarios y anunciar que va a revisar los reportes de víctimas de parte de los Estados brasileños por considerarlos "fantasiosos e inflados".
En declaraciones a la prensa el último viernes, Bolsonaro afirmó sobre su decisión: "Se le acabó el material del Jornal Nacional", en una agresión abierta al principal noticiero televisivo de Brasil.
Ante esta panorama, desde FENAJ sintentizaron: "Al ubicar a los gobiernos estaduales, a los profesionales de la salud y al periodismo profesional como adversarios, tanto Bolsonaro como sus representantes en el Ministerio de Salud dan a entender que al gobierno no le interesa el combate real de la pandemia. Ya somos el segundo país en número de casos y el tercero en número de muertes, con un promedio de mil fallecidos por día, cifra que puede estar siendo minimizada a raíz de la falta de tests. Más allá de eso, la reapertura de las actividades económicas en los Estados puede empeorar todavía más este escenario, en un momento en el que los especialistas afirman que no llegamos al pico de la enfermedad".
Desde la Federación condenamos las acciones de Bolsonaro que han puesto a la población brasileña en el estado en que se encuentra y exigimos que lxs periodistas accedan a la información necesaria con pleno derecho de libertad de expresión para informar a lxs brasilxs sobre una de las peores enfermedades que han sufrido en su historia.