La FIP repudia segundo asesinato de periodista colombiano en 2015 y exige pronta resolución del crimen

La Federación Internacional de Periodistas (FIP) se une a su afiliado FECOLPER (Federación Colombiana de Periodistas) en la condena al crimen de Edgar “Quintín” Quintero, en lo que constituye el segundo asesinato este año de periodistas que se encargaban de denunciar la corrupción.

El periodista de opinión Edgar “Quintín” Quintero fue asesinado a manos de un sicario la noche del pasado lunes, 2 de marzo, momentos después de finalizar la transmisión de su programa radial Noticias y Algo Más en la emisora Radio Luna de Palmira (Valle del Cauca, Colombia). Edgar ya había sido amenazado en años anteriores por su labor periodística y su denuncia de hechos de inseguridad y de corrupción.

Un comunicado difundido por FECOLPER cita las palabras del oficial a cargo de la investigación William López Castro, comandante del Distrito de Policía de Palmira, quien sostuvo que “por el momento, no hay ninguna hipótesis sobre las causas de muerte del periodista. La dueña de la emisora y la familia dicen que desconocían si Quintero tenía amenazas de muerte”.

Tal como declaró Adriana Hurtado, presidente de la FEPALC, “este es el segundo crimen que en lo corrido del 2015 ocurre a un periodista en Colombia. Con este nuevo hecho ya son 145 homicidios, de los cuales solo hay una condena efectiva sobre el autor intelectual del asesinato a un comunicador. Repudiamos este hecho e instamos a la Fiscalía General de la Nación a investigar y judicializar a los autores materiales e intelectuales”

Hoy, la muerte de Edgar “Quintín” Quintero se une a la de Luis Antonio Peralta, ocurrida hace 15 días, enlutando el periodismo colombiano y latinoamericano.

A comienzos de 2014, la FECOLPER lanzó un informe sobre la crítica situación del periodismo en el país. Según el mismo, en Colombia  “informar es cada vez más una profesión de peligro y ello se refleja en crímenes como asesinatos, atentados, amenazas, destrucción de instalaciones o equipos, interceptaciones ilegales, detenciones ilegales, desplazamiento forzado y acoso en sus distintas manifestaciones”.

Desde la FIP, nos unimos a nuestro afiliado nacional FECOLPER en la fuerte condena a esta nueva afrenta a la libertad de expresión y, preocupados por la alta tasa de impunidad  en estos hechos, exigimos que se investiguen hasta las últimas consecuencias para dar con los autores materiales e intelectuales de este asesinato.

Asimismo, exigimos el ineludible compromiso de las autoridades para que no se disfracen las razones del asesinato ni se descarte como móvil el intento de silenciar la voz de aquellos que tienen como oficio informar a la sociedad.


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