La salud mental de los/as periodistas durante la pandemia: Necesitamos hablar

El estrés, la ansiedad, la depresión, los trastornos del sueño y de la alimentación o el agotamiento son solo algunos de los problemas de salud mental que sufren a diario muchos/as periodistas que cubren la pandemia de la Covid-19. El virus ha sometido a los trabajadores de los medios de comunicación a niveles de tensión sin precedentes, poniendo a prueba sus condiciones psicosociales así como la capacidad de los/as editores y los sindicatos para identificar y apoyar a los/as trabajadores/as que sufren problemas de salud mental.

En una encuesta publicada recientemente por el ICMF, el 70% de los/as periodistas encuestados/as calificó el impacto psicológico y emocional de afrontar la crisis del COVID-19 como el factor más difícil de afrontar durante su trabajo. Un estudio de Reuters reveló que un número significativo de periodistas que cubren la COVID-19 muestran signos de ansiedad y depresión, mientras que una encuesta de la FIP señaló que más del 75% de las mujeres periodistas vieron aumentar su nivel de estrés durante la pandemia, y la mitad de ellas señalaron la alta carga de trabajo como la causa principal.

Estas cifras ponen de manifiesto la urgente necesidad de que tanto los gobiernos, los empresarios de los medios de comunicación y los sindicatos de periodistas tomen medidas de apoyo en materia de salud mental para ayudar a aliviar el agotamiento de los/as periodistas que cubren la pandemia o sufren sus consecuencias socioeconómicas. Si los/as periodistas no están mental y físicamente bien, no pueden hacer buen periodismo.

Llueve sobre mojado

Antes de nada es importante reconocer que los problemas de salud mental no son nuevos en el mundo del periodismo. Antes de que la pandemia golpeara nuestras vidas, los/as periodista ya sufrían una especie de “tormenta perfecta” de factores que amenazaban su bienestar.

Desde la inseguridad laboral a la crisis económica de los medios de comunicación, de la mayor polarización de los medios a los numerosos ataques de políticos a periodistas, del permanente goteo  de noticias de última hora a la hiperconectividad de los/as periodistas, los/as trabajadores/as de los medios ya estaban expuestos a problemas de salud mental antes de que llegara la pandemia.

Además, en muchas partes del mundo sigue existiendo un tabú sobre los problemas de salud mental y un miedo generalizado de los/as trabajadores de los medios de comunicación a perder su trabajo o poner en peligro su carrera si admiten sufrir este tipo de problemas.

"Tradicionalmente, los/as periodistas son muy resistentes, pero eso no significa que sean completamente intocables. Creo que es muy importante reconocerlo porque, en gran medida, nuestro sector es uno en el que la admisión de la vulnerabilidad es un problema y la gente ha sido tradicionalmente incapaz de dar la cara y admitir esa vulnerabilidad", asegura Hannah Storm, periodista y promotora de la salud mental.

La pandemia de la Covid-19 ha traído nuevos elementos y desafíos para los/as periodistas. En primer lugar, el equilibrio laboral ha desaparecido completamente, ya que algunos/as periodistas trabajan en exceso y muchos/as otros/as han perdido sus empleos o encargos, lo que agrava la crisis económica y la inseguridad y calidad laboral del sector. Además, la línea entre la vida profesional y la personal se ha difuminado totalmente.

Sin embargo, y por extraño que parezca, la pandemia de Covid-19 ha aportado también algunos elementos positivos, ya que ha aumentado el número de periodistas que hablan de salud mental y dan un paso adelante para compartir su experiencia con sus compañeros/as y solicitar apoyo.

"No creo haber visto en 20 años de trabajo en el periodismo tal grado de interés en el debate sobre salud mental. Es realmente importante que la gente empiece a tener esta conversación. Gracias a que cada vez hay más gente que lucha contra el estrés y la ansiedad, y porque la dirección de los medios de comunicación reconoce el problema, ahora hay más aceptación de que tenemos que abordar este tema", añade Hannah Storm.

La aparición de nuevos proyectos como The Self Investigation o Take a News Break son fundamentales para promover las mejores prácticas y lugares seguros para que los/as periodistas compartan sus experiencias. Pero hacen falta más.

Cómo pueden ayudar los sindicatos y los empresarios

En primer lugar, los/as editores/as y los/as representantes sindicales pueden trabajar para crear una cultura de apertura y empatía cuando se trata de la salud mental. Romper el tabú y dar espacio para que los/as colegas muestren su vulnerabilidad es el primer y más esencial paso hacia el bienestar mental de los/as periodistas. Habla, pregunta a tus compañeros/as cómo están realmente y asegúrate de que no se sienten aislados/as. En otras palabras: sé un buen colega, vigila el estado de ánimo de tus compañeros/as y sé consciente de que a veces no es fácil pedir ayuda.

En segundo lugar, los sindicatos deben incluir el bienestar mental de los/as periodistas en sus agendas y comprender que un/a periodista con problemas mentales nunca podrá hacer buen periodismo. O en el peor de los casos, los/as periodistas acaban abandonando la profesión debido al agotamiento, el estrés y a unos niveles de ansiedad insoportables. Con menos periodistas, la pluralidad de los medios y la calidad del periodismo mueren. No podemos permitirnos esto.

 

 

Los sindicatos también pueden encuestar a sus miembros sobre cuestiones de salud mental para evaluar la dimensión del problema.

En tercer lugar, los/as directivos/as de los medios y los sindicatos deben desarrollar programas de ayuda y hacerlos visibles y accesibles para todo el mundo. En caso de que éstos no existan, deben informar sobre los números de teléfono a los que pueden llamar para recibir apoyo. Los sindicatos también pueden poner en marcha cursos de formación con expertos para directivos y periodistas, para que puedan identificar y comprender mejor los signos de los problemas de salud mental más comunes.

"Los sindicatos y los directivos deben informar claramente a los/as trabajadores/as de los medios de comunicación para que sepan qué políticas de apoyo existen. Es muy importante ofrecer apoyo y tomar medidas, que podrían ser un seminario web, una serie de conversaciones o fichas de consejos, y ponerlas a disposición de una manera accesible que no perjudique a quienes lo necesiten", comenta Hannah.

En cuarto lugar, los/as representantes sindicales pueden trabajar en convenios colectivos que protejan el derecho de los/as periodistas a desconectar así como presionar a sus gobiernos para que regulen el trabajo a distancia siguiendo las directrices de la FIP de forma que se garantice un derecho fundamental para el bienestar mental. Los/as periodistas deben entender su papel como tales, pero tú, como ser humano, eres más importante que ser periodista y tienes derecho a descansar y a tener vida social.

Herramientas útiles:

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