La explotación de los derechos de propiedad intelectual es un asunto que deben tratar todos los gobiernos, las grandes compañías y foros económicos mundiales. Los y las periodistas deben gozar de esos derechos, conocidos como derechos de autor.

El programa de la FIP para la defensa de los derechos de autor pide que los y las periodistas tengan reconocimiento en la creación de contenidos, manteniendo control de su uso y recibiendo una remuneración justa por la elaboración de los mismos, ya sea en plataformas online o en otros medios.

En este sentido, nos oponemos frontalmente al modelo de copyright angloamericano, que priva a la gran mayoría de profesionales de sus derechos de autor.

Los derechos de autor no son solo derechos económicos. Los y las periodistas, fotógrafos y profesionales de los medios también necesitan una fuerte protección legal de sus derechos morales, incluyendo el derecho a que la autoría de sus trabajos sea reconocida y su contenido de ser utilizado en un context prejudicial.

El derecho de los y las trabajadores a ejercer control sobre sus trabajos es crucial para mantener estándares éticos, que defiendan y garanticen el periodismo de calidad. A menudo, los y las periodistas se ven forzados a firmar contratos en los que todos sus derechos son transferidos a los empleadores sin ningún pago extra por su reutilización.

La utilización online de trabajos periodísticos, ya sea por los empleadores en medios de comunicación, redes sociales, motores de búsqueda o terceras partes ha planteado una serie de retos, tales como la necesidad de asegurar autorizaciones de uso, recibir remuneración por ello, impedir su reproducción y demandar a quienes infrinjan derechos. La FIP apoya a sus organizaciones miembro para que ofrezcan las mejores soluciones y aseguren los derechos de autor de los y las periodistas.

Apoyamos una armonización legal de estos derechos a nivel mundial con el objetivo de extender al mundo los estándares de protección de Europa Occidental. También exigimos que los derechos de negociación colectiva de autores se establezcan allí donde no existen todavía.

El trabajo de la FIP en este sentido cuenta con el apoyo del Grupo de Expertos en Derechos de Autor (AREG), que está compuesto por periodistas y profesionales del derecho. El grupo se reúne de manera regular para identificar las amenazas actuales a los derechos de autor y para planificar acciones para defender y apoyar a los y las periodistas y sindicatos que luchan para mejorar los estándares de protección.