La
Federación Internacional de Periodistas, FIP, condenó el más reciente acto
terrorista en México, registrado en cercanías a uno de los principales medios de
comunicación, Televisa, en el Estado de Tamaulipas, zona fronteriza con Estados
Unidos.
El
carro bomba que detonó a las 00.18 (hora México), causó la interrupción de la
señal de transmisión, fallas en el servicio de energía, y daños en las
instalaciones del medio y edificaciones aledañas. No se reportaron víctimas. El
pasado martes, -también en el Estado de Tamaulipas-, las autoridades informaron
del hallazgo de 72 cadáveres de emigrantes de Centro y Sur América. Las muertes
fueron atribuidas por un sobreviviente a una organización criminal de
narcotraficantes.
El
atentado se suma a la creciente violencia que azota al país, y ha dejado más de
28.000 muertos desde que asumió la presidencia Felipe Calderón en diciembre de
2006. En la última década 64 periodistas han sido asesinados, y desde el 2001,
han sido registrados 12 comunicadores desaparecidos, bombas en sedes de medios
de comunicación y cientos de secuestrados y amenazas, que hacen parte de la
cotidianidad de terror que padece la prensa y la sociedad
mexicana.
“México es uno de los países más peligrosos para la prensa a nivel
mundial. Esto hace evidente el fracaso del Estado para garantizar la libertad y
seguridad que hacen posibles el ejercicio periodístico en toda democracia”,
afirmó Gustavo Granero, Vicepresidente de la FIP. “Exigimos al gobierno
implementar políticas serias y reales para la protección de los trabajadores de
la prensa y la libertad de expresión”, agregó.
En
lo que va del año, han sido asesinados los periodistas Marco Aurelio
Martínez, Guillermo Alcaraz Trejo, Jorge Ochoa, Valentín Valdés Espinoza, José
Luis Romero, Jorge Rabago, Evaristo Solís, Enrique Villicaña Palomares y María
Isabella Cordero, Juan Francisco Rodríguez Ríos y su esposa María Elvira
Hernández Galeana, también comunicadora, y Hugo Olivera.
“En estos tiempos de zozobra,
los trabajadores de la prensa se deben unir, dirigirse a sus asociaciones para
coordinar medidas de seguridad y tomar las máximas precauciones.”, concluyó
Granero.