
Hablar de impunidad para los crímenes contra los periodistas es hablar de injusticia, silencio y complicidad institucional con los asesinos. Impunidad es hablar de casos de corrupción sin contar, de miedo, de censura y de familias sin reparación tras perder a uno de los suyos. La impunidad se produce cuando quienes colocan una bomba bajo el coche de un periodista permanecen sentados en las instituciones de un Estado o en los consejos de administración de una gran empresa.
El 2 de Noviembre, Día Internacional para Poner Fin a la Impunidad de los Crímenes contra Periodistas, queremos denunciar que sólo uno de cada diez delitos contra los trabajadores de los medios de comunicación es investigado y señalar a los países que no están investigando los delitos contra los periodistas y siguen sin hacer justicia. La impunidad reina y sólo levantando la voz todos juntos podremos cambiar la situación.
Este año hemos elaborado informes específicos sobre cinco países: Filipinas, Somalia, Perú, Palestina y Ucrania.
Según datos de la FIP, 1.064 periodistas han sido asesinados en los últimos 10 años; Xx hasta ahora en 2019. Sin embargo, y en contra de la creencia popular, la gran mayoría de estos asesinatos no se producen en zonas de guerra, sino en la calle y a plena luz del día. Además, según la UNESCO, el 93% de las víctimas eran periodistas locales. Cuando eres periodista, recoger a tus hijos de la escuela puede ser más peligroso que informar en una zona de guerra.
Estos asesinatos a sangre fría de periodistas pretenden ocultar la verdad y aterrorizar a quienes se atrevan a intentar revelarla. Con sus crímenes, los asesinos no sólo acaban con la vida del periodista, sino también con el derecho fundamental de los ciudadanos a estar informados y saber la verdad. Matar a un periodista impunemente es matar la democracia.
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Noticias
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